Las joyas en el albor de la historia

En nuestro país hay grandes joyeros, según la AEJPR (Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros) aproximadamente 16.000 empresas, de naturaleza mediana y pequeña componen el Sector de joyería, platería y relojería en España. Desde joyas de diseño en talleres barceloneses a joyas de autor del país vasco.

Las joyas en el albor de la prehistoria

La industria joyera española juega un papel importante en el contexto europeo de la joyería, ya que se encuentra en el cuarto puesto del ranking de fabricantes por detrás de Italia, Reino Unido y Suiza y cuenta con una facturación estimada en 1.500 millones de euros.

El uso de joyas para adornar diferentes partes de nuestro cuerpo tiene sus orígenes en la prehistoria. Los primeros indicios provienen del continente africano, son muestra de ello las cuentas perforadas de concha de caracol marino que tienen 75.000 años encontradas en las cuevas de Blombos.

Fuera de África, se han encontrado restos de Cromagnones. Nuestros ancestros, tenían collares y brazaletes de hueso y dientes, piedras que colgaban de cuerdas o de tendones de animales, así como piezas de hueso tallado para abrochar la ropa.

En el sur de Rusia han sido hallados brazaletes tallados hechos de colmillo de mamut. La Venus de Hohle Fels, encontrada en el Valle del río Ach (Alemania), presenta una perforación en la parte superior, muestra que evidencia el hecho de haber sido usada como colgante.

Las primeras evidencias de joyas manufacturadas se encuentran en el antiguo Egipto hace 3.000-5.000 años. Los egipcios preferían la manejabilidad del oro sobre otros metales y en el periodo predinástico las joyas comenzaron a simbolizar estatus y poder dentro de la comunidad. No sólo eran llevadas por las clases ricas en vida, sino también en la muerte, formando parte del denominado ajuar funerario.