¡Quiero convertirme en DJ! Pero, ¿qué necesito para empezar?

Esta es una pregunta que se hacen muchos novatos que quieren hacer sus primeros pinitos como DJs. El gusto y pasión por la música es el ingrediente fundamental: saber elegir qué ritmo pinchar en cada momento, saber escuchar e igualar los tempos, conocer los diferentes efectos de sonido existentes… Una buena educación musical es esencial para garantizar unos buenos resultados. Sin embargo, aparte de los conocimientos, también hace falta un equipo de sonido. Por eso a continuación describimos todo lo que tienes que saber para comprarte un equipo de audio completo y convertirte en el rey de la fiesta.

Andy_Moor_DJ_2010

  • Reproductor: primera decisión básica. Hay que elegir entre el mundo analógico (vinilo) y el digital (CD, tarjetas SD, USB drive…). Hay defensores acérrimos de ambas tecnologías, así que dependerá del uso que quieras hacer. La actual marca líder del mercado en productos para DJ es Pioneer. Entre su catálogo podemos encontrar diferentes tipos de giradiscos para vinilo. Si nos decidimos por el CD, la marca Gemini ofrece el modelo CDJ-700, a un precio muy asequible.
  • Controladora: constituye el núcleo del equipo. Te permite ajustar los tempos de las canciones, el pitch (tono), el volumen de cada pista, introducir efectos, controlar el espectro frecuencial de la salida, e infinidad de cosas más. Aquí es donde entra en juego el talento del disc-jockey. Un modelo apropiado para aquellos que empiezan es la controladora Gemini G2V para PC, que tiene dos canales, ecualizador de tres bandas, ocho pads electrónicos por canal… y todo por un precio muy competitivo.
  • Etapa de salida: una vez construida la obra de arte, ¡tenemos que amplificarla y hacerla sonar! Existen altavoces autoamplificados, que ya llevan incorporado su propio amplificador. De esta manera no hace falta adquirir una etapa de potencia, necesaria para los altavoces pasivos.

Ya tienes todo lo que necesitas para pinchar: talento y un equipo básico. Bueno, nos falta la música. Así que elige bien tus temas, colócate detrás de la mesa, y ¡a bailar!