¿Válvulas o transistores? El debate infinito…

Ésa es la cuestión. Todos los guitarristas, desde los novatos hasta los más veteranos sin excepción, se tendrán que encarar tarde o temprano a esta decisión. ¿Y cuál es la mejor?

Pongámonos en contexto. Estamos hablando del amplificador de guitarra o bajo, aparato eléctrico que sirve para amplificar y restituir el sonido producido por el instrumento para emitirlo por el altavoz del equipo, así como para introducir determinados efectos de sonido electrónicos, como la distorsión o reverberación. La tecnología de fabricación de los amplificadores es la que marca la diferencia entre los dos mundos.

Trace_Elliot_Bonneville_rear_viewPor una parte, tenemos los amplificadores de válvulas. Estos elementos eléctricos, también llamados tubos de vacío, provocan que el sonido generado sea más cálido, y permite realizar efectos de distorsión más agradables, debido al patrón de generación de armónicos que provoca. Además, presentan un rango dinámico mayor, al estar alimentados a alta tensión. Como inconvenientes, se puede decir que este tipo de amplificador es más caro, más frágil y tiene un período de vida útil mucho menor, por lo que requiere un mayor mantenimiento. Algunas marcas comerciales que fabrican amplificadores de válvulas son Ampeg, Vox o Bogner.

En el otro extremo tenemos los amplificadores de transistores o de estado sólido. Aunque presentan una distorsión armónica mayor que sus competidores de válvulas y su sonido generado en zona de distorsión es menos musical, como ventajas cabe destacar su enorme versatilidad, menor coste y mayor eficiencia eléctrica.

Por esta razón es importante recibir un buen asesoramiento por parte de un profesional antes de decidirnos por qué opción nos decantamos. Así que, guitarristas, ¡el debate está servido!