Un dios con cabeza de perro

El mundo de las deidades en el antiguo Egipto está lleno de simbolismo y personajes que parecen haber salido de una película de ciencia ficción. El politeísmo que profesaba esta civilización enigmática surgida en las riberas del cauce medio y bajo del río Nilo tuvo como objetivo la interacción entre seres humanos y dioses. Se tenía la certeza que estos dioses estaban presentes en todos los aspectos del mundo natural.

Anubis fusion

Entre los muchos dioses que se veneraban, encontramos a Anubis. Se le consideraba maestro de las necrópolis y patrón de los embalsamadores representado como un gran perro negro acostado sobre su estómago o como un hombre con cabeza de perro. Generalmente, su representación solía asociarse a un chacal o perro salvaje. Nada que ver con las adorables mascotas perrunas que podemos tener hoy día en nuestros hogares y que están acostumbrados a un buen pienso equilibrado, una buena cama o sus productos de higiene.

Probablemente, la forma canina del dios fue inspirado por los antiguos egipcios por el comportamiento de los caninos, a menudo carroñeros oportunistas que paseaban durante la noche en los cementerios. Mencionar que Anubis era uno de los dioses más antiguos de Egipto y por lo general, era representado con pelaje negro debido a que ese color simbolizaba la resurrección y la fertilidad.