Autocaravana fashion

Con la recesión el modelo vacacional de las familias españolas volvió a tiempos pasados. Durante los años 60 casi todas las familias de clase media pasaban sus meses estivales de ocio en Campings o  áreas de recreo.
Con la llegada de los vuelos low cost y la mejoría económica, ya en los años 90 se olvidaron este tipo de vacaciones y la gente descubrió que sin hacer un gasto exagerado podían conocer otros países.
En la actualidad, volvemos a tocar con los pies en el suelo y las vacaciones ideales no son sinónimo de viajar al extranjero.
Las entrañables vacaciones en el camping vuelven a ponerse de moda.

arbol caravana
Las caravanas y auto caravanas han evolucionado mucho desde entonces y en el mercado actual podemos encontrar muchos modelos y a precios muy distintos.
Lo que sin embargo todas comparten es el diseño básico donde todo necesita su lugar, debe ser lo más cómodo posible y lo multiusos se considera casi indispensable. Básicamente cualquier caravana que se precie debe tener una zona de literas donde descansar y dormir, una zona para cocinar que contenga frigorífico y un baño o aseo con lo esencial para la higiene personal.
En cuanto a la decoración hay infinidad de opciones y el comprador siempre puede modificar telas o mobiliario en función de su gusto personal. Uno de los elementos que resultan casi imprescindibles para conservar la intimidad, dado que a veces hay que dormir en medio de un bosque o camino, son las cortinas.
En el mercado encontramos multitud de cortinas plegables lisas que ocupan poco espacio y crean un ambiente acogedor. Si viajamos con niños y queremos que sean lo más duraderas posible, quizá el mejor consejo seria optar por cortinas enrollables ya que disponen de un sencillo sistema, se ensucian poco y las puede manipular cualquiera sin peligro de enredar sus cuerdas.

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El colorido de las telas es infinito y hacer que tu caravana tenga unas                                 cortinas personalizadas fotográficas no te costará mucho esfuerzo.

Toda una moda sobre ruedas que cada vez tiene más adeptos y que en un futuro seguro seguirá aumentando.
¡Pasearse por el mundo libre y sin horarios es ahora la tendencia!

Cortinas: reflejo del ambiente de un hogar

Las cortinas son un elemento decorativo del hogar que influye en el ambiente de la casa y definen, en parte, el estilo de cada casa.

Cada hogar tiene diferentes tipos de ventanas y cada estancia tiene una función concreta, por lo que las cortinas han de ser las apropiadas para conseguir el ambiente que queremos en esa estancia de la casa.

background-68632_640Por lo tanto, para cada estancia del hogar se pueden poner diferentes tipos de cortinas, aunque como sugerencia se podrían poner las siguientes:

  • Dormitorios de adultos: cortinas plegables de diferentes estilos y colores, cortinas confeccionadas e incluso personalizadas.
  • Dormitorios de niños/as: cortinas enrolladas infantiles.
  • Salón/Sala de estar: cortinas plegables, personalizadas u opacas.

Si estás pensando en renovar las cortinas de tu casa no dudes en consultar nuestra web en la que podrás consultar un amplio catálogo de cortinas. ¡Dale un toque de estilo a tu hogar!

El baño: ese ritual ancestral

El ritual del baño a lo largo de la historia siempre ha significado mucho más que unos minutos dedicados al aseo personal. Para las civilizaciones antiguas como Egipto, Grecia y Roma, el baño adquiría connotaciones religiosas que se entremezclaban con el placer, la ostentación de la riqueza (grandes palacios y marfiles) y también con la utilización de aceites y esencias aromáticas.

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Parece que en la actualidad, parte de ese ritual ha quedado en nosotros. Tras un día duro, cansado y largo, la ducha reparadora te hace volver a la vida. Con menos ostentación quizá, y con la suerte, por ejemplo, de poder adquirir cortinas de baño online a tan sólo un clic y «ostentar» de tener la más bonita de toda la comunidad de vecinos.

Volviendo atrás en la historia, los baños egipcios, por ejemplo, se hacían con agua y aceites o ungüentos perfumados, que solo los sacerdotes sabían preparar. Estos aceites sagrados protegían la piel sometida a la sequedad y el calor de un clima duro. Las clases sociales más adineradas tenían esclavos dedicados exclusivamente a bañar a sus señores.

Los griegos sin embargo, odiaban los baños, pues creían que eran símbolo de debilidad y consideraban que este tipo de hábito disimulaba el olor fuerte del atleta.  No todos opinaban igual, los más ricos tenían en sus casas recipientes cincelados, llenos de agua para bañarse. Además, en todos los cruces de caminos había una pila de mármol con agua para que los más pobres pudieran también bañarse.

Para los romanos el baño era un acto social básicamente, acudían a imponentes baños públicos que eran verdaderos palacios donde podían bañarse hasta 2.500 personas. Aquí iban pasando por diferentes estancias con aguas a diferentes temperaturas: frigidarium (agua fría), tepidarium (agua tibia) y finalmente caldarium, una especie de sauna que provocaba una gran transpiración.